Había una vez una niña triste, pero no sabía por qué, buscó en todas las enfermedades su tristeza, quiso sentir todas las penas, para saber cual era en realidad la suya, pasó el tiempo, se cansó de tantos días de estar en cama y decidió dejar de enfermarse, salio a tomar aire, caminó muchos caminos que nunca fueron suficiente y aunque aún siempre se sentía triste, a veces entre copas en un mal bar, a veces en la sonrisa de un desconocido, a veces en la vista de un paisaje hermoso o ante lo nuevo, se asomaba al por que de esa tristeza, la dejaba pasar y se sentía mejor.
Después me volví a emborrachar, me caí y se me olvidó todo otra vez
Char.
Regresaste, después de tanto leerte y reelerte aquí seguís intacta, renovada. Un beso enorme.
ResponderEliminarCariño <3
Tus escritos siguen siendo tan tú ♥
ResponderEliminarSiempre leo tus entradas, no comento sólo porque no se como hacerlo, besos
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